Primera Visita a Estocolmo

Estocolmo no tiene madre. El centro turísitico está en la estación de Gamla Stat (o algo así) todos los edificios tienen un aire de fríos y duros (igual que el carácter de los suecos).

El museo nacional vale la visita, pero acostumbrado a los museos mexicanos quedé un poco desepcionado, la verdad está bien chiquito y tiene muy pocas piezas. Lo curioso es que tenían una exposición de diseño sueco que iba desde un cubierto hasta una cajonera y una silla (nada fuera de este mundo) pero era extraño que lo pusieran en un museo.

La ciudad tiene un monton de callejones, angostos y escondidos por todos lados, a la mayoría de los turistas como que les da miedo meterse pero dándote cuenta te ahorran mucho tiempo para llegar de un lugar al otro.

Después de perderme un buen rato, decidí regresar al hostal y tomar mi tren a la universidad, pronto se haría de noche y el atardecer estaba padrísimo.