miércoles, 30 de mayo de 2007

Viaje por escandinavia: Introducción (Londres)


Ya les he contado de mil lugares a los que he ido, ahora falta contarles de diez dias por todos lados, supongo que el lugar correcto para empezar es Jonkoping (donde estoy viviendo por si no se acuerdan) Kaitlin llevaba planeado todo el viaje, ella solo nos dijo cuanto dinero teníamos que pagar y como sonaba muy buen precio pues le entramos. Poco después de haber comprado todo, mi papá me dijo que fuera a Suiza y ya saben lo que pasó, lo que no les he contado es lo que me sucedió al regreso de Ginebra.

Mi papá me acompañó de Lausanne a Ginebra en el tren, el viaje es como de una hora así que no es nada, ni idea de que nos habíamos sentado en primera clase y como a la mitad del viaje el boletero nos la arma. No hubo mas que decirle, no entiendo pero me cambio de lugar, llegamos a la clase turista, que la verdad no había diferencia alguna, excepto que estaba llena de personas hablando todos los idiomas y nos sentamos a platicar. Hasta este momento mi plan era tomar el avión de Ginebra a Londres y pasar la noche vagando por la ciudad. Como solo era una noche, no le veía ningún punto en pagar un hostal, de cualquier forma el avión salía a las 9 de la mañana y yo tenía que estar en el aeropuerto a las 7, qué tanto podía pasar.

Pues como ya se imaginarán, los vuelos baratos, son todo menos baratos, arriba del avión te venden todo, solo te dan un vasito de agua y gracias por preguntar. Obvio todos los precios carísimos aunque te daban chance de pagar con cualquier tarjeta y moneda, que amables no?
Claro lo único que no podía faltar, el vuelo se retrasó en Ginebra, pero se retrasó super gacho, como 2 horas y yo atorado en el aeropuerto, una vez que cruzas ya no te dejan regresar porque estas en unas como islitas a las que solo llegas en tren y el tren ya no estaba pasando porque era muy tarde, lo único que había era una tiendita donde vendían algunos libros, revistas y cochinadas para comer. Como no había de otra pues unas pringles y un libro eran la opción. Las pringles me dieron mas sed y el libro, aunque estar en un aeropuerto esperando un vuelo retrasado sea una de las condiciones mas aburridas en la historia de la civilización, me aburrió, pero gacho, lo tuve que dejar de leer o mis ojos se iban a dormir. Al poco rato subimos al avión y volé a Londres.

Inglaterra no es como Gringolandia, no se ponen tan locos a la entrada pero igual tienen sus políticas, tienes que llenar una forma migratoria donde especifica el lugar en el que te vas a quedar, en caso de que no tienes donde quedarte pues no te dejan pasar pero como dije que estaba de paso ni problema tuve, curioso, en la entrada a la mitad de la noche la cola de Unión Europea estaba gigante, tenían a 8 personas revisando identificaciones para esa cola y solo una para no europeos. Me encantó ver la cara de todos los europeos cuando veían que rápido ingresábamos los latinos a Inglaterra. Dije latinos, porque efectivamente, todos en la cola hablábamos español.

Pues total que estoy en Londres, la idea original es ir a la ciudad y pasear hasta que se haga de día, pero ya no es tan temprano y los últimos trenes y camiones están saliendo, llegar a la ciudad desde el aeropuerto (Stansten) te toma una hora y media con el camión y el tren poco menos de una hora, de igual forma, voy a estar mas tiempo en el transporte que en la ciudad, y la verdad con la mochila llena de los 18 kg de comida mexicana que me dio mi papá pues preferí quedarme en el aeropuerto, total siempre hay gente y algo siempre está pasando.
Grave error.....

Como es un aeropuerto chiquito pues cierra durante la noche así que todo callado y aburrido, sólo hay una cafetería abierta donde están los polis tomándose su tecito. Lo único que queda para comer es un sandwich de pollo que quizá habría sido mejor no pagar. Por alguna razón las tarjetas que traía no me las aceptaron y tuve que pagar con euros y francos suizos al mismo tiempo obvio con la taza de cambio me salió carísimo y el pinche sandwich estaba viejo y duro casi incomible. Después ya solo podía pensar en dormir o en platicar con alguien, había una chava que se veía buena onda del otro lado de la cafe, también parecía estar sola así que era una buena candidata para iniciar conversación. Pero pensándolo bien, la verdad yo me imaginé que olía super mal de estar todo el día en tren, avión y aeropuerto, tampoco había tenido oportunidad de lavarme los dientes y seguro me veía de la fregada y si eso era yo, por lo que podía ver, ella estaba igual o peor, lo que habría hecho toda relación social imposible. Opté por buscar un carrito de aeropuerto para aventar mi maleta y caminar por ahí, quizá una banca de aeropuerto sería una buena idea para pasar la noche. No perdiendo la costumbre de las últimas 12 horas, por supuesto que era buena idea la banca de aeropuerto, tan buena idea que se el había ocurrido a las otras 200 personas que me habían dejado sin lugar para dormir, la vista era impresionante, no había ruido mas que el de algunos roncando, todo el aeropuerto tapizado de personas jetonas de todas partes del mundo, esperando su vuelo en la mañana. No solo todas las bancas estaban ocupadas, también todos los lugares en el suelo que se veían agradables o limpios (en estas condiciones, un lugar en el suelo puede verse tan agradable que te hace odiar a quien sea que se durmió en el antes que tu) Pues ahí me tienen con mi carrito haciendo ruido por todo el lugar buscando cualquier hoyo en el que me pueda meter. por fin un letrero de esos que estan pegados en la pared y te anuncian cosas junto con dos columnas a sus lados, hacían una excelente cueva en la que me puede meter y dormir, no sin antes, como ya tenía practicado de Ginebra, meter todo lo importante a mis calzones y en este caso, también amarré mi mochila a mi cinturón para que nadie se la pudiera llevar no importa que dormido estuviera. Buenas noches......

Desperté sintiéndome rey, una vez que tocas fondo, solo se puede ir hacia arriba, recogí mis cosas y busqué si mi vuelo estaba confirmado, gracias a dios todavía faltaban dos horas así que di mi maleta a la señorita y me fui a cazar las bancas que me fueron arrebatadas ayer en la noche, sorpresa mia, otra vez no era el único buscando donde dormir, eramos como 4 personas que nadamas caminábamos entre la gente dormida para que a penas alguien se levantara, nos pudiéramos apañar el lugar, dormí otra deliciosa hora y tomé el avión, tenía que volar dos horas a gotemburgo, tomar el tren de una hora a jonkoping, ir a clase de 8 am a 8 pm y al día siguiente tomar el tren a Oslo, sería un viaje extraordinario.

1 comentario:

Agustin Vargas dijo...

Hola, la realidad es que fue de Ginebra a Lausanne que nos sentamos en primera y nos corrieros a segunda. De regreso creimos que nos habian vendido mal el boleto y que llegariamos de Ginebra al aeropuerto sin pagar, para sorpresa de los dos el tren solo llego a Ginebre y desde ahí tomamos el que nos falto para el aero puerto.