jueves, 9 de septiembre de 2010

San Petesburgo y sus fenómenos

Lo digo de nuevo, en Rusia todo es grande. Aunque San Petesburgo es la única ciudad rusa que pude conocer me quedó claro que es Europa. Si, aunque hay mucho debate sobre si Rusia es o no Asia, después de pasear por las calles de la ciudad, queda mas que claro que es una ciudad europea aunque las maestras de geografía no lo quieran aceptar. Quizá podamos dividir Rusia en Europea y asiática dependiendo de los Urales ?


Entre las mil maravillas que la cuidad puede ofrecer, hay dos cosas que no dependen nada de lo construído de las que me gustaría hablar. El sol de media noche, por pura coincidencia estuve ahí durante el día mas largo (la noche mas corta) del año. Es impresionante, media noche y no se necesitaba del alumbrado público, tuve que salir del bar para poder disfrutar del espectáculo, algo maravilloso que una vida en México, donde el día es día y la noche noche, no te deja creer. La foto de la derecha de Masha y Natasha la tomé exactamente a la media noche, notan el cielo azul?

El otro fenómeno es la gente. En cualquier ciudad donde he estado, cuando miras directamente a los ojos a un extraño, de manera directa o por accidente, ambas personas desvían o cambian la mirada. No en esta ciudad. Si tu miras a alguien, ese alguien te mira de regreso, esperando comunicación. Me tomó varios días darme cuenta de esto, yo solo sentía que todo el mundo me miraba extraño y pensaba que era porque era extranjero. Al final me gustó mucho esto de las miradas, hace nuestras vidas mas fáciles. Sin miedo al rechazo, ni al error, puedes ver a alguien y con una mirada saber tantas cosas que en otras culturas resulta un proceso muy muy largo. (muy útil en el antro por cierto)



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