sábado, 19 de febrero de 2011

Bienvenidos a la ciudad de México


Por las ciudades en las que he estado, al regresar a México puedo ver todas las cosas que hacen de esta ciudad un lugar tan particular. La gente, el desorden, la velocidad con la que todo sucede tarde, etc. al final del día me parece impresionante que la ciudad y el país siguen existiendo considerando todo lo que se hace.

Podemos empezar con e
l centro de la ciudad de México, donde como un día cualquiera cientos de miles de personas se junta
n para comprar, comer, jugar en los juegos del momento en el Zócalo o simplemente para hacerse la vida imposible por unas horas. Somos muchísimos, no te das cuenta hasta que caminas por las calles de este lugar y la gente no parece terminar en ninguna dirección.

Aparte de los problemas que
tanta gente junta puedan traer a mis nervios, muchas otras cosas bonitas se pueden encontrar en este lugar de estrés. Como los organilleros, que básicamente son músicos de la calle con uniforme y un instrumento similar a una caja de música. Impresionantemente, después de décadas de tocar el mismo ruido dando vueltas a la manivela, a ninguno de ellos se le ha ocurrido ponerle un motor y baterías y ahorrarse el problema. A mi me encantan las tradiciones mexicanas y me gusta mucho apoyarlas, pero tengo que aceptar que la música de estos seres extraños no me gusta nada.


Cambiando un poco la perspectiva, alguna vez me preguntaron que si en México era fácil conseguir fruta y comida fresca, por eso tomé esta foto. Qué es mas fresco que un jugo de naranja recién exprimido? Sobra decir que el costo de medio litro de jugo de naranja es diminuto comparado con el resto de los países europeos, 1 euro.




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